Durante el reino nazarí, el territorio de los Montes y, en particular, de Píñar adquiere un papel fundamental, ya que se constituye en una zona fronteriza. Se sitúa así en un enclave estratégico en la defensa del reino frente a la presión castellana.
Testigo de ello son los restos del Castillo de Píñar. De época nazarí (siglos XIII-XV), se encuentra situado sobre una escarpada roca caliza, a una altitud de 1121 metros sobre el nivel de mar.
Se trata de un recinto fortificado amplio, de unos 3.000 m2, de forma ovalada. Las murallas que cierran el recinto son, básicamente, de mampostería, aunque muestran restos de una obra anterior, en tapial.
En total, existen once torres, nueve de ellas con planta cuadrangular, y las dos restantes semicirculares. Tres de las torres integran el conjunto defensivo de la puerta de acceso, en el lado norte del recinto.
Su último alcaide Al Mandari, cuyo nombre era Abú l-Hassan Ali al-Manziri al-Garnati, fue un noble granadino perteneciente a la corte de Boabdil, que en 1484 poseía la alcaidía de la fortaleza de Píñar. En esta misma fecha, se exilió a Marruecos donde fundó la ciudad de Tetuán, reconstruyéndola de las ruinas que los portugueses habían dejado en 1937. En el Año 2000, se celebra el hermanamiento entre Píñar y Tetuán.
El Castillo de Píñar fue declarado Bien de interés cultural en 1931 y se puede visitar.
Fuente : http://ayuntamientopinar.com
Fotos: David.T
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